¿Qué causa la depresión en los niños?
La depresión infantil va más allá de la tristeza. Es más que tener un mal día o lidiar con una pérdida importante. La depresión no tiene una causa única. Tanto la genética como el medio ambiente juegan un papel importante, por lo que es más probable que algunos niños se depriman. La depresión en los niños y adolescentes puede ser desencadenada por una enfermedad médica, una situación estresante en su vida cotidiana o la pérdida de una persona importante. Los niños y adolescentes con problemas de comportamiento o ansiedad también son más propensos a deprimirse. A veces, puede ser difícil identificar el evento desencadenante.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la depresión?
Los síntomas comunes de la depresión en niños y adolescentes incluyen los que se enumeran a continuación. En la “depresión mayor”, cinco o más de estos síntomas duran más de dos semanas y causan dificultades en la vida diaria. En una afección menos grave pero más duradera llamada “trastorno depresivo persistente” (anteriormente “distimia”), dos o más de estos síntomas están presentes, con mucha frecuencia, durante un año.
- Sentirse o parecer deprimido, triste, lloroso o irritable
- Disminución del interés o placer por las actividades extracurriculares
- Cambio en el apetito, con el peso asociado
- Cambios importantes en los patrones de sueño, como dormir mucho más o menos de lo normal
- Parecer físicamente acelerado o ralentizado
- Aumento del cansancio y la fatiga, o disminución de la energía
- Sentirse inútil o culpable
- Dificultad para pensar o concentrarse, lo cual puede estar correlacionado con el empeoramiento del desempeño escolar
- Pensamientos o expresiones de suicidio o comportamiento autodestructivo
- Ocasionalmente, agitación o agresión de aparición nueva o reciente
- Comentarios que indiquen desesperanza o baja autoestima
En los niños es importante tener en cuenta que un aumento en la irritabilidad o incluso las quejas de aburrimiento pueden ser más notables que la tristeza. Los niños también pueden tener más quejas físicas, particularmente si el niño no tiene el hábito de hablar sobre cómo se siente. Hablar de suicidio o de no querer estar vivo, debe ser tomado en serio y llevado inmediatamente a la atención de un profesional de la salud mental.
¿Cómo se puede saber si un niño o un adolescente está deprimido? ¿Se puede evaluar la depresión?
Puede ser difícil saber con seguridad si un niño o adolescente está deprimido. No todos los niños o adolescentes muestran todos los síntomas de la depresión que se mencionan arriba. Mientras que algunos niños se quejan de sentirse tristes o irritables, otros niños pueden quejarse de dolores y molestias o podrían quejarse de estar aburridos. Hablar con sus hijos -y asegurarse de que siempre puedan hablar con usted y expresarse, aumenta las posibilidades de identificar que su hijo está deprimido. Comparta sus preocupaciones con su hijo y hágale saber que a usted le importan sus emociones.
¿Mejorará la depresión sin tratamiento?
Diferentes tipos de depresión tienen diferentes patrones de mejora. Cuando están deprimidos, los niños pueden perder amigos, familiares y empeorar su rendimiento académico. Los adolescentes deprimidos son más propensos a probar drogas o a meterse en otros problemas. La depresión no tratada podría progresar y llevar a los jóvenes a pensar en el suicidio. También es importante tener en cuenta que, una vez que alguien tiene un episodio de depresión, es más probable que se deprima en el futuro.
¿En qué debe consistir el tratamiento?
En las formas más leves de depresión, es razonable comenzar con una psicoterapia, pero en las formas más graves de depresión el tratamiento con un medicamento y la psicoterapia serían lo adecuado. Antes de comenzar el tratamiento, el profesional le explicará sus riesgos y beneficios, así como la forma en que se debe supervisar el mismo.
¿Funciona la psicoterapia? ¿Cómo?
Se pueden utilizar varios tipos de terapia para ayudar a los niños y jóvenes deprimidos. A continuación se presentan algunos ejemplos de cómo funciona.
Terapia individual – Se ha comprobado que varios tipos de terapia son efectivos en niños y jóvenes deprimidos, aunque las terapia individual con mayor evidencia es la terapia cognitiva conductual (TCC).
La Terapia Cognitivo Conductual ayuda a mejorar el estado de ánimo y a cambiar los patrones de pensamiento poco saludables. Los terapeutas cognitivo conductuales enseñan a los niños que los pensamientos causan sentimientos y estados de ánimo que pueden afectar el comportamiento. Durante la Terapia cognitivo conductual, el niño aprende a “ver” patrones de pensamiento dañinos. El terapeuta entonces ayuda al niño a reemplazar este pensamiento con pensamientos que resultan en sentimientos y comportamientos más adaptativos.
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