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Las dificultades o problemas en la conducta de niños y adolescentes en ocasiones son debidos a trastornos conductuales o problemas emocionales.

Es fundamental efectuar un diagnostico precoz para evitar la cronificación del problema.

Signos de alarma
  • Pierde los estribos con frecuencia
  • Desafía activamente o rehúsa acatar las peticiones o reglas de los adultos
  • A menudo culpa a otros de sus errores o mala conducta
  • Con frecuencia aparece enojado y resentido
  • Con frecuencia se muestra rencoroso o vengativo
  • Con frecuencia aparece triste o abatido
Plan de tratamiento

Dependiendo de cada caso, se establecerán objetivos correspondientes a las necesidades específicas de cada familia y se activaran las técnicas psicológicas que mejor puedan funcionar para la situación presentada. Aun así, en problemáticas conductuales en niños y adolescentes existen ejes centrales de actuación:

Con la familia:
  • Identificación de las situaciones de conflicto y de la dinámica familiar actual.
  • Adecuación de los patrones de conducta parentales a partir de un entrenamiento en nuevas estrategias de actuación eficaces con la finalidad de reducir las conductas no deseadas del niño o adolescente y aumentar las deseadas.
  • Apoyo emocional a posibles emociones de culpa, rabia, impotencia o frustración habituales en estos casos.
Con el niño o adolescente:
  • Educación emocional: identificación y gestión de la emociones (ira, tristeza, rabia, etc.).
  • Entrenamiento en estrategias de autocontrol.
  • Habilidades sociales y de comunicación.
  • Entrenamiento en resolución de problemas.
  • Reforzamiento de la autoestima.
Con la escuela (si el caso lo requiere):
  • Psicoeducación sobre el funcionamiento del niño.
  • Entrenamiento en nuevas estrategias de actuación eficaces con la finalidad de reducir conductas no deseadas y aumentar las deseadas.

Las conductas inadecuadas pueden ser consecuencia de multitud de factores (internos, externos). Es habitual que algunas de ellas se presenten dentro del ciclo evolutivo “normal”, pero hay que consultar al profesional cuando estas son de mayor frecuencia o magnitud de lo esperado por su edad o son perseverantes en el tiempo.

Si piensa que su hijo pueda padecer algún problema de conducta no dude en contactarnos: